BATALLAS EN EL MONTE DE VENUS

Lo único que nos proponemos con esta anécdota es instruir al hombre y corregir sus costumbres, que, al leerla, penetremos en la grandeza del peligro que acecha siempre a quienes se permiten todo para satisfacer sus deseos (...)

¡Ven, amor mío! ¡Mira esta gruta, disfruta en ella del suave aroma de las rosas. Incluso un dios envidiaría el dulce gozar de esta morada.

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